viernes, 2 de marzo de 2012

La Seguridad Social y los administradores de sociedades, una relación escabrosa.

A cuenta de una reciente noticia sobre la obligación de los administradores de sociedades mercantiles de darse de alta en el Régimen de Autónomos.

Ley General de la Seguridad Social.-

DISPOSICIÓN ADICIONAL VIGÉSIMA SÉPTIMA. Campo de aplicación del Régimen Especial de la Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia o autónomos.

1. Estarán obligatoriamente incluidos en el Régimen Especial de la Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia o autónomos quienes ejerzan las funciones de dirección y gerencia que conlleva el desempeño del cargo de consejero o administrador, o presten otros servicios para una sociedad mercantil capitalista, a título lucrativo y de forma habitual, personal y directa, siempre que posean el control efectivo, directo o indirecto, de aquélla. Se entenderá, en todo caso, que se produce tal circunstancia, cuando las acciones o participaciones del trabajador supongan, al menos, la mitad del capital social.

Se presumirá, salvo prueba en contrario, que el trabajador posee el control efectivo de la sociedad cuando concurran algunas de las siguientes circunstancias:

1.Que, al menos, la mitad del capital de la sociedad para la que preste sus servicios esté distribuido entre socios, con los que conviva, y a quienes se encuentre unido por vinculo conyugal o de parentesco por consanguinidad, afinidad o adopción, hasta el segundo grado.

2.Que su participación en el capital social sea igual o superior a la tercera parte del mismo.

3.Que su participación en el capital social sea igual o superior a la cuarta parte del mismo, si tiene atribuidas funciones de dirección y gerencia de la sociedad.

En los supuestos en que no concurran las circunstancias anteriores, la Administración podrá demostrar, por cualquier medio de prueba, que el trabajador dispone del control efectivo de la sociedad.

2. No estarán comprendidos en el Sistema de Seguridad Social los socios, sean o no administradores, de sociedades mercantiles capitalistas cuyo objeto social no esté constituido por el ejercicio de actividades empresariales o profesionales, sino por la mera administración del patrimonio de los socios.

3. Lo establecido en el apartado 1 no afectará a los trabajadores recogidos en los artículos 2.b, 3 y 4 del texto refundido de las Leyes 116/1969, de 30 de diciembre, y 24/1972, de 21 de junio, por las que se regula el Régimen especial de la Seguridad Social de los Trabajadores del Mar, aprobado por Decreto 2864/1974, de 30 de agosto.

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Este es el texto legal que regula el alta en el Régimen Especial de los Trabajadores Autónomos (RETA). En el párrafo 1. es donde se encuentra la base de la polémica desatada a partir de un artículo publicado recientemente en periódicos especializados en economía, por la interpretación que de él ha realizado el Tribunal Supremo y que realiza la Tesorería General de la Seguridad Social, al objeto de encuadrar en dicho régimen a todos los administradores societarios.

Merece la pena, pues, desglosar, poco a poco dicho párrafo.

En primer lugar cabe destacar lo imperativo del precepto: “Estarán obligatoriamente incluidos en el Régimen Especial de la Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia o autónomos..” Acerca de ello no cabe duda alguna.

Continúa: “quienes ejerzan las funciones de dirección y gerencia que conlleva el desempeño del cargo de consejero o administrador o presten otros servicios para una sociedad mercantil capitalista” Aquí ya podemos empezar a considerar una serie de variables mediante las cuales podemos llegar a distintas interpretaciones.

Primero.- Las funciones de dirección y gerencia. ¿Cuales son estas? En primer lugar hay que decir que dirección y gerencia son términos equivalentes, básicamente significan lo mismo, el director o gerente es el nombre que se utiliza para designar a quien está a cargo de una empresa o de alguna de las tareas principales dentro de ella (director-gerente, director general, gerente de personal, director financiero...etc.) Por lo tanto podemos deducir que el director o gerente, o la persona que realiza esas funciones, es la que dirige y gestiona todo o parte de las actividades y funciones de una empresa, sea esta sociedad mercantil o no. Las funciones de dirección o gerencia de una empresa pueden y suelen ser realizadas, además de por los administradores, por personas distintas del titular o no pertenecientes al órgano de administración de las sociedades.

Segundo.- A continuación el párrafo establece una relación entre las funciones de dirección y gerencia con el desempeño del cargo de consejero o administrador: “que conlleva el desempeño del cargo de consejero o administrador” Y aquí nos encontramos con una incógnita: ¿cuales son las funciones de dirección o gerencia que conlleva el cargo de consejero o administrador? Para ello nada mejor que fijarnos en lo que establece la normativa mercantil para definir las funciones y competencias de los administradores societarios, y así, la Reciente Ley de Sociedades de Capital establece, en su artículo 209, que es competencia de los administradores la gestión y la representación de la sociedad en los términos establecidos en la Ley. A continuación la Ley desarrolla las normas para los administradores y para el consejo de administración, sus deberes, representación y responsabilidades. Por ello, se podría decir que las funciones de dirección y gerencia son competencia de los administradores societarios. Lo cual no significa que deban ser realizadas directamente por los miembros del órgano de administración. En suma, los administradores societarios no tienen por que ser quienes ejerzan las funciones de dirección y gerencia ni quienes presten otros servicios para una sociedad mercantil capitalista de forma habitual, personal y directa.

Hay que tener en cuenta que las funciones que la Ley establece como propias de los administradores, al regular las juntas generales de socios y las cuentas anuales, y que deben ser realizadas exclusivamente por estos, siendo por tanto indelegables, son: la convocatoria de las juntas generales de socios y la formulación y presentación de las cuentas anuales ante dicha junta general. Siendo el resto de funciones, de dirección y gerencia, perfectamente delegables en terceras personas no pertenecientes al órgano de administración.

Por lo tanto, si bien es cierto que las funciones de dirección o gerencia de una sociedad mercantil les corresponden a los administradores, nada impide que estas sean delegadas en terceras personas, mediante el otorgamiento de los correspondientes poderes ante notario. A estas personas habría que encuadrarlas en el régimen de la seguridad social que les sea aplicable.

Tercero.- Otro requisito establecido en la disposición adicional 27ª es que la realización de funciones de dirección y gerencia, etcétera, sea “a título lucrativo”. Por tanto si en los Estatutos Sociales no se fija una remuneración para los administradores, por realizar tal función, no parece que deban encuadrarse en el RETA. Aunque sobre ello la Sentencia de la Sala 4ª de lo Social, del Tribunal Supremo, de 7 de Mayo de 2004, sienta jurisprudencia, en el sentido de considerar que "… la actividad del administrador está encaminada a la obtención de beneficios y de hecho se obtienen, no como retribución directa, sino como atribución patrimonial propia de la actividad empresarial. En consecuencia, si desempeñaba el cargo societario con carácter no remunerado, …, eso no impide que se considere que la actividad se llevaba a cabo a título lucrativo,…".

Lo cual es extender quizá excesivamente el concepto de “a título lucrativo”, pues no olvidemos que los administradores participarán en igualdad de condiciones que cualquier otro socio de la entidad en los beneficios de la misma.

En cualquier caso hay que tener en cuenta que deben darse tres presupuestos:

Ejercer funciones de dirección y gerencia (no sólo las indelegables), efectuarlo con carácter lucrativo, aquí la Sentencia del TS juega a favor del encuadramiento del administrador en el RETA y, por último, poseer el control efectivo de la sociedad.

Creo que la TGSS no actuaría de acuerdo con la Ley si instara la inclusión en el RETA de los administradores societarios con carácter general, aunque habrá que ver en cada caso cuales son las circunstancias en que se ha producido ese requerimiento. Sí podemos concluir que en caso de que los administradores de una sociedad hayan delegado las funciones de dirección y gerencia en uno de ellos, o en terceras personas, y además las funciones indelegabes las ejerzan a título gratuito (lo cual debe estar recogido en los estatutos de la sociedad) no existe obligación de inclusión en el RETA.

Por último, debemos recordar cual es el espíritu de la Ley, qué se pretende al regular el encuadramiento de los administradores societarios en el RETA, que no es otra cosa que el exigir a aquellos que realizan actividades lucrativas de forma habitual, personal y directa, su contribución económica a la seguridad social con la correspondiente aplicación de los beneficios que por ello les correspondan y todo ello con independencia de las vicisitudes económicas que obligan a las Administraciones Públicas a buscar recursos en aquellos nichos donde no habían prestado atención o donde, por defecto del legislador impera la inseguridad jurídica, por no encontrarse claramente definidas las obligaciones en materia de Seguridad Social o Tributarias y, sobre todo, generando en muchos ciudadanos obligaciones de dudosa legalidad y de difícil cumplimiento en estos tiempos de crisis.

Es de todo punto necesario que se regule, de una vez, de forma clara y precisa, el régimen de la seguridad social aplicable a los administradores societarios, coordinando la normativa mercantil y la de seguridad social, creando, si fuera preciso, un régimen especial para ellos.


































domingo, 15 de mayo de 2011

Comentarios acerca de la charla coloquio sobre libros de auto ayuda y la revolución transparente.


Me invitaron a participar en un coloquio, el día 29 de abril, organizado por Bilenio Publicaciones, sobre "La literatura para el crecimiento personal y la revolución transparente" se trataba de debatir acerca de la literatura sobre crecimiento personal: ¿de verdad ayuda?, ¿Porqué está tan de moda en este momento?, ¿Es solo un negocio?... aquí el enlace donde se puede oír el coloquio: http://www.cienciamisterio.com/public/?p=episode&name=2011-05-12_viajerofindelmundo.mp3

En la mesa participaron: Soledad Martel Suárez, autora del libro “El viajero del Fin del mundo”, Amparo Guerra Fernández (Psicóloga), Ana Jaraba Lorenzo Pedagoga y autora del libro “El arte de crear tu vida”, Carmen Reyes Cardona, Presidenta de la Asociación AdA “Conócete a Ti mismo” y, como moderador, Luis Domingo Espino Armas, Licenciado en Psicología y presentador del Programa El Aleph en esradio y un servidor.

Como la charla se celebraba en el marco de la feria del libro pues me preparé un poco recabando datos acerca de esta clase de literatura, desde los puramente económicos y estadísticos a reseñas de obras sobre la materia y trabajos de psicólogos de reconocido prestigio acerca de ello.

Me equivoqué.

Se inició el debate con mi intervención, después de la presentación del moderador, lo cual me pareció, en principio, poco adecuado, pues se suponía que yo era mas bien el que iba a poner la contra a la literatura de auto ayuda, por lo que desde mi punto de vista habría sido mas lógico que comenzara alguno de los otros intervinientes, autores, incluso, de alguna obra en la materia.

Después de mi primera intervención, en la que destaqué algunos datos económicos, la gran variedad de títulos y autores y la falta de rigor científico de alguna de las obras (desgraciadamente no se escucha el inicio en la grabación adjunta), se pasó la palabra a otra de las intervinientes que dando por cerrado el capítulo dedicado a la literatura de auto ayuda pasó, con el consenso de todos, a tratar de la revolución transparente que era lo que les interesaba. No era cuestión de oponerse, la verdad es que no esperaba que discurriera la charla al nivel que se hizo. Pero realmente yo no estaba preparado para aquel debate, lo cual se infiere fácilmente de la grabación que acompaña este artículo.

El propósito de este pequeño comentario no es, pues, debatir, pues ya se hizo en la charla coloquio, sino dar respuesta a las afirmaciones de una persona del público referida a la “patente” científica de las afirmaciones que se habían vertido en la charla y también, porqué no, a la última frase dirigida a mi para que “leyera un poquito” y que viera dos películas.

Comenzando por el final tengo que decir que algo me dolió que me dijeran que leyera un poquito, ciertamente no tengo una formación científica, pues mi especialidad se inscribe dentro de las humanidades o mal llamadas “ciencias” sociales. Interesado en la ciencia y en la historia, a menudo estudio las críticas del escepticismo científico sobre la pseudociencias y, bueno, me considero una persona lo suficientemente racional e instruida como para distinguir la realidad de la fantasía en condiciones normales, o, al menos, para cuestionarme las afirmaciones fantásticas. Por otro lado yo mismo, pretendiendo ser el mas humilde (lo cual no deja de ser una contradicción en sí misma), confesé mis dudas acerca de la teoría de la relatividad de Einstein y de la física cuántica, diciendo que me había quedado en Newton. Parece que me tomaron al pié de la letra. En cuanto a las películas recomendadas continúen leyendo, si quieren, pues les son de aplicación lo que aquí se dice.

Al comentario de la señora del público, médico, que afirmaba con rotundidad que todo lo que se había expuesto allí sobre lo científico de los experimentos mencionados: que habían sido replicados, publicados en revistas científicas y emitidos por científicos de reconocido prestigio con los premios nobel, etcétera, pues debo decir que no, que de eso nada.

Prácticamente ninguna de las afirmaciones acerca de la física cuántica, y sus efectos en la consciencia humana: los experimentos de un “científico japones”, la teoría de la masa crítica..... bueno, casi todo lo que sirve de base a la “revolución transparente” tiene fundamento científico alguno, quiero decir: que se interpretan conceptos y descubrimientos científicos adaptándolos de forma vulgar a las creencias de los ponentes, y los resultados de experimentos científicos que citan pues, o no son científicos los que han hecho los experimentos o no se pueden replicar o no están publicados en revistas científicas reconocidas o, simplemente, las manifestaciones del científico “x” no pertenecen al campo en el que es un experto o por el cual fue premiado con el Nobel. La intervención de esta señora no fue más que ese mismo argumento (de autoridad) que emplearon las intervinientes en el coloquio, esta vez en primera persona, o sea como yo soy médico y trabajo en investigación, lo que digo es científico, aunque no se pueda demostrar científicamente.

Voy a hacer referencia solamente a dos cuestiones de las muchas allí planteadas, pues dedicarse a rebatirlas todas daría como para tres o cuatro artículos de estos. Por ello, me centraré en las que me parecen mas significativas, por lo que de “respaldo científico” a la “revolución transparente” se le atribuían.

Dos ideas previas son, resumidamente y a riesgo de ser impreciso, la creencia de los intervinientes en que, mediante el pensamiento de cada uno de nosotros podemos modificar la realidad, desde curarnos de una enfermedad hasta encontrar aparcamiento en la hora punta y como corolario de ello, que cuando muchas personas piensan lo mismo, cuando se llegue a un número aún desconocido, denominado “masa crítica”, se producirá una traslación al resto de la humanidad en virtud de la cual tendrá lugar “la revolución transparente”. Todo ello lo basan en lo que ellos entienden que significan los descubrimientos científicos en física cuántica y los enlazan, sin más, con las filosofías orientales mas antiguas tales como el budismo, la medicina ayurvédica (antiguo sistema médico de la India) o la filosofía china, pretendiendo que la física cuántica las confirma.

En primer lugar, a Masaru Emoto, el “científico” japones que descubre los efectos de las buenas palabras y pensamientos sobre el agua y los cristales de nieve, difícilmente se le podrá catalogar como científico: graduado en relaciones internacionales en una universidad japonesa, tiene además un título de medicina alternativa en una “universidad” de la India, que expide títulos a distancia, por correo y tiene como materias de estudios una serie de “terapias” alternativas que se distinguen por la falta de rigor en sus planteamientos y de evidencia científica en sus resultados, desde la homeopatía hasta la urinoterapia (sí, es lo que están pensando), pasando por la gemoterapia, flores de Bach, etcétera. O sea, que hay que hacer un verdadero esfuerzo para atribuirle al sr. Emoto la cualidad de científico. Pero es más, el experimento que realiza (por dos veces) el sr. Emoto no está ni contrastado, ni replicado y los resultados publicados son, probablemente, una manifestación de la voluntad del experimentador, por no decir una mentira, simplemente. El primer experimento del sr. Emoto era inaceptable dada la falta de rigor científico y en el segundo los resultados contradicen su teoría ¿?. Por último, en cuanto a la publicación en una revista científica, tampoco es cierta la afirmación de las intervinientes, ni de la señora del público, pues los resultados de los experimentos del sr. Emoto se publicaron en una revista llamada Explore, dedicada a la promoción de las medicinas alternativas, y en otra llamada Journal of Scientific Exploration, también dedicada a publicar artículos poco científicos, me llamó la atención uno sobre “niños que recuerdan sus vidas anteriores” lo que da una indicación del nivel científico de la revista, pero claro, los editores le ponen a la revista el nombre que les da la gana. Hay que decir también que el sr. Emoto interviene, como no, en una de las películas que me recomendaron (¿Y tú qué sabes?). Por último, este personaje tiene montado un negocio fabuloso con su agua tratada.

Utilizar como argumento a Masaru Emoto, por tanto, me parece flaco favor a cualquier planteamiento que quiera pasarse por científico serio.

El segundo “experimento científico” del que se hizo mención, tiene que ver con la consciencia colectiva creada y transmitida “cuánticamente” por la suma de las consciencias individuales, me refiero al experimento de los monos y las batatas (papas dulces). La teoría es que si hay muchas personas que piensen lo mismo, hasta llegar a un número indefinido al que llaman “masa crítica”, ese pensamiento o conocimiento se trasladará al resto de la humanidad (en el caso del experimento con los monos al resto de la especie) de forma inmediata, a distancia, sin necesidad de explicitarlo, sin tv, radio, prensa o libros, mágicamente-cuánticamente, esta es la base argumental de los que, mediante la meditación, el yoga y el bien-pensar quieren provocar la revolución transparente.

Esta reacción es simplemente... increíble pero falsa. Mas abajo les pongo un enlace a un blog o bitácora donde se explica detalladamente, ahora simplemente un resumen:

En primer lugar no se ha realizado un experimento científico acerca de esta cuestión, el experimento de los monos ni siquiera era tal ni estaba planteado para comprobar esa “reacción en cadena”, se trata de una observación marginal efectuada por biólogos en la realización de otros estudios: unos monos, de una especie bastante inteligente que viven en las islas del norte de Japón, son capaces de transmitir conocimientos entre ellos de forma directa (lavar las batatas en agua salada antes de comérselas). Posteriormente, años después, los científicos se desplazan a otra isla y observan que otros monos también lavan las batatas, ergo se han transmitido el conocimiento de forma... ¿telepática? No, mejor es un efecto de la física cuántica, que es mas moderno.

Pues esta observación, cogida por los pelos, ha servido a los gurus de la nueva era (new age) para “probar” sus fantásticas teorías buenistas desde los años setenta. Si aplicamos el principio de que, normalmente, la solución mas sencilla es la correcta (navaja de Ockham), que todo científico debe tener en cuenta al observar la realidad, debemos plantear en primer lugar la posibilidad de otras explicaciones más sencillas y dar preferencia a: 1) que los monos aprendieron solos a lavar las batatas, pues a nadie, aunque sea un mono, le gusta comer una batata sucia. 2) que los monos llegaron de una isla a otra (entre esas islas suelen viajar solos) y enseñaron la técnica del lavado de batatas. 3) Muchas especies lavan “instintivamente” sus alimentos ante de comerlos...., en cualquier caso habría que dejar para el final la fantástica teoría de la consciencia colectiva de los monitos.

Nunca se ha efectuado un experimento científico que pruebe la teoría de la “masa crítica” o el “punto crítico” otra cosa es lo que la ciencia de verdad dice acerca de la reacción nuclear en cadena, de donde se ha extraído el concepto. Por lo que nos encontramos otra vez ante una definición científica trasladada sin fundamento alguno al mundo de lo mágico, lo esotérico y lo fantástico.

En definitiva, no hay prueba científica alguna pero los profetas de la nueva era han seguido los consejos de Joseph Goebbels que decía que una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad y el resto de participantes en el debate y la señora del público se la han creído.

Lamentablemente acudir a un debate con argumentos tan endebles, sosteniéndolos como verdades absolutas sólo nos permite una refutación limitada, pues no es cuestión de llamar mentirosa a la gente en la cara y en público y uno tampoco había contrastado su información sobre algunos aspectos necesarios para rebatir con coherencia las afirmaciones fantásticas allí expuestas. Por eso prefiero pensar que las sinceras ansias de encontrar una respuesta a los problemas personales y del mundo llevan a las personas a tener fe, a creer, a convencerse, a pensar que se puede llegar a transformar la realidad con sólo quererlo y a creer en la “masa crítica” en que la consciencia colectiva haga posible cambiar el mundo y sus injusticias, mediante el pensamiento positivo, la meditación y el yoga. Igual que con las religiones, se están engañando, mientras sigan así nada cambiará, incluso puede que, precisamente ese sea el objetivo final, que elijamos la vía del desapego y de la inacción para que nada cambie, pero es una pena que mucha gente gaste el dinero y el tiempo en cursos y libros de auto ayuda y crecimiento personal, en escucharse a sí mismos, etcétera, pues será como los que se comunican con la ayahuasca(*) u obtienen la satisfacción en la coca o en el opio: sólo una ilusión.

Lo que no debemos consentir es que estas teorías falaces impidan la necesaria acción para, de verdad, intentar cambiar el mundo, en poco o en mucho, con nuestra actitud real y material ante la vida y los demás, debemos contribuir a un mundo mejor, empleando los medios necesarios, si así lo demandara la situación hasta con la tan denostada violencia, que tan mala prensa tiene, pero debemos impedir la injusticia, derrotar a la pobreza y llegar a la verdadera Revolución Social.

(*) Telepatina. Se le atribuían propiedades telepáticas.

Enlaces:

http://www.bileniopublicaciones.com/
http://www.anajaraba.com/

http://www.cienciamisterio.com/public/

http://www.esradio.fm/

http://barcomasgrande.blogspot.com/2008/11/el-mono-nmero-cien.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Masaru_Emoto

http://www.altmeduniversity.com/

https://www.explorepub.com/

http://www.scientificexploration.org/journal/

http://es.wikipedia.org/wiki/Ayahuasca

http://es.wikipedia.org/wiki/Martin_Gardner

http://es.wikipedia.org/wiki/Mec%C3%A1nica_cu%C3%A1ntica
 
Algunas lecturas recomendadas:
La naturaleza inacabada. Francisco J. Ayala. Biblioteca Científica Salvat.

Darwinismo y Asuntos Humanos. Richard Alexander. Biblioteca Científica Salvat.

Las Paradojas del Progreso. Gunther S. Stent. Biblioteca Científica Salvat.

Prontuario de la estupidez humana. H.L. Mencken. de. Alcor.

Los tres primeros minutos del Universo. Steven Weinberg. Alianza Editorial.

Historia del tiempo: del big bang a los agujeros negros. Stephen Hawking

lunes, 4 de abril de 2011

Votar o no votar he ahí la cuestión

En estos momentos pre-electorales mucha gente se plantea que sentido darle a su voto. El descontento con casi todos los partidos es evidente, las encuestas y las estadísticas mas o menos serias así lo constatan. Aclaro que digo casi todos, porque sería difícil estar descontento con el Partido del Karma Democrático:


Pero la cuestión no sólo es si votar por este o aquel partido, coalición o agrupación, sino si votar en blanco o, simplemente, no votar.

Desde luego hay que estar muy convencido para votar a cualquier candidatura, incluso a alguna de aquellas que no obtienen ningún escaño o silla municipal. También se necesita algo de reflexión para votar en blanco, además se tiene uno que tomar la molestia de acudir al colegio electoral, hacer la cola y depositar la papeleta en blanco o el sobre vacío y eso no se hace sin estar mínimamente convencido de que sirve para algo. Mucho mas sencillo es no votar, si hace buen tiempo pues a la playa y ya está.

Pero qué consecuencias tiene cada una de las posibles acciones, eso es lo que pretendo desarrollar con este imperfecto opúsculo.

Primera opción: votar por una candidatura. Digo esto porque como en esta ocasión no hay elecciones al Senado, en las que se eligen personalmente a los senadores, necesariamente si usted va a votar por alguien tiene que votar por todos los demás que van en la lista, los de delante y los de detrás. Las consecuencias pueden ser: primero que el partido al que usted le ha votado sea de los mas votados, enhorabuena, su voto habrá servido para algo, segundo que el partido al que usted ha votado esté entre Pinto y Valdemoro en materia de número de votos, pues lo siento, debe tener suerte para que su voto sirva realmente para algo, lo más probable es que se quede en nada o que se produzca una diferencia tan grande entre el que ha obtenido mas votos y el elegido por usted que sirva únicamente para tener una presencia testimonial en el ayuntamiento o en el parlamentito de su comunidad autónoma, pero bueno, algo es algo..., tercero que vote usted a un partido que obtenga poquitos votos, entonces el suyo no habrá servido para nada de nada.

Y todo esto ¿por qué? Pues porque cuando los padres de la patria hicieron la constitución y las leyes electorales, eligieron la forma de distribución o reparto de los escaños por el sistema D'Hondt, en el cual la candidatura que obtiene el resto mayor de votos después de haber distribuido los puestos o escaños según el número de votos obtenidos se lleva los puestos restantes, lo pueden ver aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_D'Hondt

Pero bueno, y ¿que pasa con los que han votado en blanco? Pues que como no han elegido a nadie pues ni con los votos ni con los restos se saca nada. Votar en blanco significa manifestar el acuerdo con el resultado de las elecciones. Yo aún diría mas, significa estar de acuerdo con todo el proceso electoral, darle legitimidad democrática.

Y, en conciencia, ¿podemos estar de acuerdo con el sistema electoral? Desde mi punto de vista solamente aquellas personas con una conciencia laaaaxa, que se pueda estirar como el chicle, pueden estar de acuerdo en que este sistema es bueno y democrático:

Se eligen candidaturas cerradas, no sujetas al cumplimiento de los programas electorales, no se les puede pedir responsabilidades por sus actos políticos a las personas elegidas, no se les puede remover de su cargo si no cumplen lo prometido o su programa electoral, gracias al sistema D'Hondt gran número de las opciones políticas quedan fuera de los parlamentos o ayuntamientos, aún habiendo obtenido mas votos que los que sí tienen escaño, por mor de las circunscripciones electorales. Esto último, en Canarias, se agudiza por la forma de repartir los escaños en el parlamentito, pues al primar la representación de las islas con menos habitantes, resulta una enorme desproporción entre el número de votos necesario para obtener un escaño en una isla o en otra (el 17% de los habitantes determinan el 50% de los escaños) dando como resultado que una gran parte de la población no se encuentre realmente representada, además existen unos límites mínimos para obtener escaño que son completamente desproporcionados (el 6% regional y el 30% insular). Por si todo esto no fuera poco tenemos la utilización que los partidos en el gobierno autonómico, insular o municipal, hacen de las instituciones para promover el voto a su bandera: inauguraciones, publicidad “institucional”, festivales de toda clase, etcétera. Las ingentes cantidades de dinero que las entidades bancarias “prestan” a los partidos para publicidad (y luego condonan) y por último el reparto de los espacios publicitarios en las radios y Televisiones que, como no, corresponden en las horas de mayor audiencia a las formaciones con mas votos en las anteriores elecciones.

Por eso, la mejor manera de manifestar nuestro desacuerdo con la forma y el fondo de las actuaciones políticas es no ir a votar, no participar, eso refleja verdaderamente el desencanto, la desilusión y el cabreo que la mala política deja en los ciudadanos. No se preocupen, mientras paguen sus impuestos tienen derecho a protestar y siempre habrá quien vaya a votar, seguirán haciendo de las suyas, pero está claro que no lo harán en mi nombre.